Entrevista a Alana Rodríguez, integrante de Colectiva Colibrí
Alana Rodríguez forma parte de Colibrí revista, una colectiva de periodistas, fotógrafes, escritoras y escritores que desarrollan un proyecto sociocultural enmarcado en el periodismo, la literatura y lo audiovisual. Su propósito es expresar a través de la heterogeneidad, problemáticas y temáticas de la sociedad instaladas hace mucho tiempo.
Entrevista: Guido Cupolo y Alejo Costa
Fotografías: Archivo Colibrí
¿Cuál es la historia de la colectiva, cómo se formó y quiénes la integran?
Colibrí tiene cinco años de existencia, surgió ante la necesidad de comunicar otras realidades, y no la historia hegemónica que te venden los medios de comunicación más masivos. Los miembros del grupo fueron variando en los años, se conocieron militando en los barrios, con el objetivo de comunicar de forma alternativa. Actualmente somos cinco dentro de la cooperativa, también hay muchos colaboradores que bancan el proyecto y aportan con su contenido, eso es algo que se sostuvo durante estos años y es también muy importante para Colibrí. Nos definimos: feministas, anticapitalistas, independientes, alternativas y autogestivas. Esa es nuestra identidad.
Tienen un formato de revista, redes sociales etc. ¿Cómo financian los proyectos?
Por mucho tiempo no vimos ni un peso, todo salía de nuestro bolsillo, recaudábamos haciendo eventos culturales, varietés en donde hacíamos expo de fotos, debates. Fiestas también hemos hecho. Este último año conseguimos una pauta de Télam y también con colaboraciones de personas que bancan el medio, ese es el ingreso más fuerte.
¿Cómo les afectó el aislamiento social obligatorio en el sentido de generar contenido y cómo se adaptaron?
Nos perjudicó en varios aspectos, en producciones que tuvimos que poner en pausa, como la de Vejez Lésbica, trata algunas historias como el proyecto de Alicia Caf, “Sueños de Mariposas”, de crear un lesbiátrico para estas personas, la historia de Norma Castillo, primera mujer lesbiana en casarse en Argentina, ahora la estamos retomando lentamente, justamente, el documental estaba expuesto en el CCK (centro cultural Kirchner), solo se exhibió durante dos semanas ya que cerró. Pero también nos benefició en otros, en empezar a hacer el ciclo de vivos en Instagram que fueron muy útiles para tener mayor llegada.
Como suele suceder hoy en día, uno tiene que ser multitasking, sacar fotos, redactar, publicar y más. ¿Cómo es la organización internamente para poder abarcar todas las áreas?
Tenemos reuniones todas las semanas, eso es clave, y también tenemos divididos los roles y las tareas, tenemos un circuito de trabajo, eso es lo que hace que todo funcione. Fuimos aprendiendo con el tiempo, con el hacer, con ver qué cosas faltaban en que cosas estábamos sobrepasadas, y algo que es muy lindo, nos vamos amoldando a las necesidades y a las ganas que tiene cada una de hacer, la idea es que las tareas sean placenteras, que sea un trabajo, pero que lo disfrutemos.
¿Cuál es el mensaje que te gustaría dejar en nombre de Colibrí o de forma personal?
Que busquen y lean medios alternativos, que contribuyan con los artistas, que ahora en pandemia están pasando una situación difícil. Que tejamos redes de apoyo, de contención y que construyamos de forma colectiva que es la salida a este mundo de mierda.
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