Por Juan Jose Thomes
¿Cuál es mi barrio? Pasan los minutos, horas, días y semanas. ¡Llegó! Por fin, la idea está terminada o solamente está.
Al día de haber nacido, fui adoptado. Pero no de las adopciones de las de ahora, en la que se garantizan los derechos de identidad. Las de antes eran más “simples”. Si conocías a un médico. Te tiraba un dato que alguna madre no quería tener al niño o que la familia no quería que ese niño quedará en la familia. Pero esa, es otra historia.
Mi caso es uno de estos. Por eso cuando empecé a desarrollar “mi barrio” fue tan difícil. Me cuesta el sentido de pertenencia. De grande lo desarrollé pero en mi niñez no lo tuve.
Entonces ¿Cuál es mi barrio?
Al barrio lo asocio con pertenencia. Comienzo a pensar que pertenencia puedo tener si viví en 15 ciudades diferentes y si a eso le sumo las mudanzas caigo en la cuenta que llamé hogar o fueron una especie de hogar unos 25 lugares Roca, Neuquén, Cipolletti, Allen, Bahía Blanca, Nancagua (Chile), Santa Cruz (Chile), Palmilla (Chile), Mendoza, Bariloche, por nombrar algunos. Entonces ¿Cómo tener esa pertenencia a una comunidad? La idea me da vueltas en la cabeza. De esos 25 pseudo hogares a lo sumo 10 fueron importantes. Y guardo recuerdos.
En los últimos 11 años viví en una región, mudándome por esa ciudad debido a los requerimientos de mi trabajo. Y ahí está mi lugar. En esta zona que llaman Alto Valle. La zona que se convirtió sin querer en mi lugar, en mi barrio porque he desarrollado una pertenencia a través de lugares llenos de bardas, ríos, cañadones, chacras... Y sí, me doy cuenta que desarrollé pertenencia a este valle.
Y mi pertenencia la desarrollé más en Neuquén, donde hace 6 años trabajo y me hice espacio en una comunidad de cronistas, movileros, reporteros gráficos, prensas que vamos compartiendo cosas que van sucediendo y que nos vamos cuidando de las cosas de la calle. En estos meses de pandemia se extraña al grupo, el salir en bandada o jauría a veces a la siga de algo. Somos del interior y la competencia no existe. O si existe es una competencia sana, jocosa entre compañeros, colegas y amigos pertenecientes a un mismo colectivo de trabajadores de prensa.
Ah, claro y ¿por qué el texto es corto? Es corto porque algunas cosas para mí son simples, si las enrosco se hacen muy densas.
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